Conoce para qué sirve el bozal

Desde hace mucho tiempo existe un estigma en torno a los bozales para perros. Muchos creen que son una señal de agresividad, pero cuando tienes una mascota y comprendes mejor su comportamiento, te das cuenta de que esta no es la realidad.

Estos accesorios tienen múltiples usos que van más allá de la protección contra mordeduras. ¿Te gustaría saber más sobre el tema? Si dijiste que sí, ¡sigue leyendo y descubre para qué sirve el bozal!

¿Para qué sirve el bozal en los perros?

Estos son los principales usos de los bozales para perros:

1. Prevenir mordeduras o comportamientos agresivos

Como es de esperar, esta es la primera función del bozal en la que piensan algunas personas cuando oyen hablar de ellos. Este accesorio puede ayudar a evitar que los perros muerdan, sobre todo en situaciones en las que se sienten asustados o amenazados.

Si bien no todos los perros muerden, es importante recordar que este es un comportamiento natural para muchos de ellos y proviene de su instinto de protegerse. Afortunadamente, con un bozal es posible controlar este comportamiento de forma segura.

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2. Evitar la ingesta de alimentos y sustancias nocivas

Algunos cachorros tienen la mala costumbre de llevarse todo a la boca cuando están paseando, y muchas cosas que encuentran en la calle, como huesos o envoltorios de comida, son potencialmente peligrosos y pueden hacerles daño.

En estos casos, es ideal usar bozales para corregir dicho comportamiento, así como para controlar la tendencia a buscar comida en la basura.

3. Entrenar y modificar la conducta

Los bozales para perros también son una herramienta extremadamente útil para el adiestramiento y la modificación de la conducta, ya que proporcionan una red de seguridad durante las sesiones de entrenamiento y permiten que tanto tú como tu mascota se centren en el aprendizaje. Durante sus primeros meses de vida, por ejemplo, te servirá para que tu engreído aprenda a interactuar con otros perros o personas.

Eso sí, hay que tener en cuenta lo siguiente: los bozales nunca se deben utilizar como castigo o para obligar a un perro a cumplir una instrucción. Forzarlo a usarlo solo generará miedo y ansiedad, lo que reforzará la agresividad y puede conducir a otros problemas de comportamiento en el futuro.

Recuerda que el adiestramiento debe basarse en el refuerzo positivo. Si logras entrenar a tu amigo canino con respeto y cariño, llegará un momento en que ya no necesitará usar el bozal.

4. Controlar en casos de emergencia

Incluso los perros más tranquilos pueden empezar a morder cuando están heridos, gravemente enfermos o asustados debido a una emergencia angustiosa. En momentos como estos, un bozal permite prevenir que el miedo se transforme en mordeduras.

En este sentido, a pesar de que tu cachorro no haya necesitado un bozal antes, no está de más tener uno a la mano. Y si quieres estar especialmente preparado, intenta familiarizarlo con el accesorio desde ahora; de esa manera, será mucho más sencillo ponérselo en una situación de estrés.

5. Visitar al veterinario

Las visitas al veterinario debido a una lesión o para un baño pueden ser estresantes para algunas mascotas, y como mencionamos anteriormente, es común que el miedo se convierta en agresividad. Por suerte, con un bozal puedes garantizar la seguridad de tu perro, de las personas que están en la sala de espera y de los médicos veterinarios.

Tipos de bozales

Los tres tipos de bozales para perros más comunes son:

• Bozal de plástico tipo cesta: Este es el modelo más versátil para protección y entrenamiento. Permite que el perro jadee y respire fácilmente, por lo que se puede usar durante periodos prolongados.
• Bozal de caucho: Los bozales de caucho son más resistentes y varían en diseño, así que asegúrate de conseguir el adecuado para que tu consentido pueda jadear, beber agua y recibir snacks.
• Bozal de baño: Estos accesorios solo deben usarse por periodos muy cortos y se recomiendan para procedimientos breves como vacunas o baños.

¿Cómo enseñarle a tu perro a usar un bozal?

1. Siéntate en un lugar tranquilo y coloca el bozal entre tus rodillas con la abertura hacia tu mascota, permitiéndole que huela y se familiarice con el accesorio.
2. Cuando toque el bozal con su hocico, recompénsalo y elógialo para que asocie este contacto con una experiencia positiva.
3. Una vez que esté familiarizado, comienza a llevar el bozal a su hocico. Hazlo lentamente; primero deja que deslice su nariz y continúa poco a poco hasta que todo su hocico esté dentro del accesorio. En ese momento, puedes decir el comando “póntelo” o el que creas más conveniente. Si tu amigo peludo aún duda en hacerlo, coloca un snack en el bozal como señuelo.
4. Cuando tu perro tenga el hocico en el bozal, haz el ademán de colocar las correas, pero no las abroches. Repite este proceso varias veces, prémialo y quítale el accesorio.
5. Si sientes que tu engreído ya está listo, ajusta las correas y abróchalas, dejándolas un poco sueltas. Luego, espera uno o dos minutos mientras lo premias con comida o caricias.
6. Aumenta progresivamente el tiempo en que tu mascota lleva el bozal y ajusta las correas hasta que estén correctamente colocadas. Luego, da unas vueltas en tu patio o fuera de tu casa para que se acostumbre a moverse con el accesorio puesto.

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¿Cuánto tiempo puede andar un perro con bozal?

El tiempo recomendado para que un perro use bozal es de 20 minutos por vez, lo que dura un paseo por el parque o una sesión de adiestramiento. Si lo lleva durante más tiempo, puede sentirse estresado, y esto perjudicará su progreso de adaptación y su bienestar general.

Como ves, los bozales caninos tienen distintas funciones, y que un perrito lleve uno no significa necesariamente que sea agresivo. Ahora que conoces más sobre estos accesorios, te animamos a conseguir uno y enseñarle a tu mascota a usarlo. Después de todo, puede que te resulte útil cuando menos te lo esperas. ¡Esperamos haberte ayudado!

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